Aquí hay otro par de ejemplos de opuestos verdaderos y opuestos falsos, en que una versión hiper o exagerada de algo llega a ser su mismo opuesto:
Distributismo vs. Capitalismo
distributismo |
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mega economía |
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control local varios pequeños capitalistas |
socialismo el estado controla todo |
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capitalismo corporaciones controlan todo |
Conforme a expresiones modernas, aquí estoy empleando la palabra 'capitalismo' para significar nuestra situación del capitalismo de las corporaciones o sociedades anónimas grandísimas, lo que unos llaman el capitalismo de la fase avanzada. Esto es que una exageración perversa del capitalismo razonable y de la escala pequeña, lo que ya se llama distributismo.
Distributismo ha sido recomendado por tales pensadores diferentes como G. K. Chesterton y Thomas Jefferson. Como insinúa su nombre, el distributismo pone poder económico y político en varias manos pequeñas, mayormente al nivel local. Creo que fue Chesterton que dijo, "El problema con capitalismo no es demasiados capitalistas, sino muy pocos capitalistas". La Constitución original de los EE.UU. dió el voto a los hacendados, porque estaba entendido que estos tenían interés legítimo de determinar las normas del gobierno. El sueño de Jefferson fue de tantos hacendados pequeños y negocios pequeños como posible, así distribuyendo extensivamente el poder económico y político a varios participantes legítimos.
Distributismo, o capitalismo de la escala pequeña, se queda el alternativa más justa y humana al opuesto falso de socialismo vs. el capitalismo de las corporaciones grandes, los dos cuales concentran poder el las manos de las pocas elites. En nuestro sistema torpe actual, el estado poderoso controla las corporaciones, mas las corporaciones poderosas son dueñas de los políticos, así no hay un pesito de diferencia entre las dos ideologías, aunque parecen opuestos. De todos modos, usted es esclavo, o de Google y Microsoft, o del gobierno hinchado.
Amor vs. Amor Incondicional
el amor |
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rechazo |
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mutuo voluntario y recíproco |
indiferencia frío, insensible |
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amor incondicional no exige nada |
De volver a una tema religiosa, todos hemos oido el axioma aparentemente indiscutible: el amor de Dios es incondicional. No hay limites a su amor, y no podemos aumentarlo ni disminuirlo.
Desde el amor de Dios es incondicional, uno puede concluir, se deduce que Dios no puede nunca estar desagradado con ninguno de nosotros; sus bendiciones son seguras sin condiciones. Tanto si busco su voluntad como si sigo mi propio camino, Dios me considería con la misma estima alta. Incluso si yo cometa pecados muy graves y adrede rechace a Dios, el me amaría y me abrazaría lo mismo igualmente. De hecho, si el amor de Dios abarca todo, tal vez no existe tal cosa como pecado. Mi conciencia de maldad delante de Dios es sólo mi imaginación muy escrupulosa; en realidad no puedo agraviar nada a Dios, porque el me ama a pesar de mis errores. Pues, obviamente no puede existir el infierno, y yo puedo asegurarme de disfrutar la vida eterna, no importa como yo vivo en este mundo. Hasta Hitler y Mussolini debe estar viviendo felizmente en el cielo.
Pero, espera - ¿se puede empujar el amor a alguien que no lo quiere? ¿Sería esto el amor verdadero? Mejor decir que el amor, por definición, debe ser ofrecido libremente, no forzado en el recipiente. Y, si es ofrecido libremente, debe ser recibido y devuelto libremente. Por eso, puede también ser rechazado libremente. Esto es el pecado: el rechazo del amor de Dios, y de las exigencias de su amor. De hecho, debemos poder a rechazar finalmente y totalmente la oferta del amor de Dios. Esto es el infierno. Jesús, la misma encarnación del amor de Dios, nos advirtió del infierno eterno más que ningun otro profeta o maestro de la biblia.
Además, el amor incondicional que no exige nada, que siempre acepta el recipiente como ya está, parece bastante pasivo. Ninguno de los participantes se supone a hacer nada; es un acuerdo de dejar, casi igual de indiferencia. Pero el amor de Dios no es nada pasivo ni indiferente. Jesús nos ama al punto de morir en la cruz para restaurar nuestra relación quebrada con el Padre. Él tambien exige algo de nosotros.
Si el amor verdadero exige algo, el amor de Dios, por ser el amor perfecto, exige todo. Por supuesto, Dios conoce bien nuestra naturaleza frágil, y sus exigencias son bastante fácil. Él ofrece perdonarnos y limpiarnos de nuestros pecados y reunirnos en su hogar celestial. En cambio, tenemos que estar de acuerdo con Dios que nuestros pecados son malos, arrepentirnos de esos pecados, y juntarnos totalmente al crucificado y resucitado Jesús, reservando nada fuera de él. ¿Es esto el amor incondicional? Creo que es su opuesto, y incalculablemente mejor.
rev. 31 dic 2019 11:37am |
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