Pensamientos radicales sobre las propiedades de la iglesia
jue 23 julio 2020 4:34pmFe/Filosofía
El pánico pleno sobre covid-19 ha llegado a Nicaragua, después de varios meses de retuercen las manos los ministros religiosos. Que yo sepa, no se cerrada ninguna iglesia por completo, tal vez debido sólo a que Daniel Ortega no ha mandado así. En mi parroquia se suspenden las misas cotidianas. La puerta principal está cerrada con candado, incluso los domingos. Los feligreses muy fieles tienen que entrar y salir por la capillita al lado, y por un 'puesto de control' para desinfectar las manos y los zapatos. Los que quieren recibir la comunión tienen que someterse una segunda limpieza de alcohol de las manos; se prohibe recibir la comunión en la lengua. (Claro que unos feligreses todavía vienen a la misa con sus perros que no llevan mascarillas; no estoy seguro si sus patas están desinfectadas. Pues, bien, es Nicaragua.) Por cierto, no se exige la limpieza de las manos antes de depositar dinero en la bolsa de la colecta.
Junto con la cobardía clerical similar o peor en otros lugares, esto me hace pensar de nuevo la crisis de autoridad en la iglesia. Cuando observo mi pastor disuadir la gente de asistir la misa, y al mismo tiempo continuar sin interrupción la construcción de un grande y feo nuevo auditorio, me pienso a mi mismo, "Tal vez ésta is la parte mayor del problema." Pues, más en esto abajo.
¿Sabía usted que el Derecho Canónico prohibe absolutamente cancelar las misas públicas o bloquear los católicos de asistir en ella?. Investigarlo (en inglés). Asimismo el Derecho Canónico manda que los católicos en estado de gracia pueden recibir la comunión en la lengua. De hecho, eso es todavía la norma preferida, no obstante el pánico de la pandemia. Es decir, las precauciones nerviosas de los pastores y obispos de hoy constituye una rebelión absoluta contra la letra y el espíritu del Derecho Canónico Católico. Y llega a ser peor:
Es importante distinguir entre el Derecho Canónico y las doctrinas definidas católicas. El Derecho Canónico puede cambiarse (despacio) como se cambien los tiempos. Las enseñanzas doctrinales pueden (muy despacio) desarollarse y profundizarse de comprensión, pero no se pueden cambiar. Es decir, una vez definida, una doctrina católica no se puede revocar ni nulificar. También importante a reconocer cuando la ley procede de las enseñanzas definidas, y cuando está solamente para disciplina. Un ejemplo del primero es el sacerdocio de sólo varones, basado en el comprensión doctrinal del sacerdote como Alter Cristus, que debe asemejarse al varón Jesucristo. Asimismo, bloquear la gente de asistir en la misa es contra el Derecho Canónico porque es contra la enseñanza doctrinal de la necesidad central de la Eucaristía, y el mero propósito del sacerdocio. Obispos y sacerdotes que renegan la Eucaristía a los católicos no ya desobedecen el Derecho Canónico, mas desprecian la esencia, el mero propósito de su propio sacerdocio.
En cambio, un ejemplo de una norma o ley reguladora sería el requisito del celibato para los sacerdotes, que ya se renuncia legítimamente en varios casos. Asimismo el requisito de varios años de educación oficial y muy avanzada antes de la ordenación. Estas normas del Derecho Canónico obviamente no están basadas en doctrinas definidas. La mayoría de los primeros sacerdotes no estaban ni célibes ni licenciados. Así estes requisitos se pueden rejalar o botar, como las normas de no comer carne en los viernes o la ayuna de 3 horas antes de recibir la comunión.
Hablando de normas arbitrarias, no puedo hallar ni un requisito doctrinal ni del Derecho Canónico para la construcción de los edificios de la iglesia. Que yo comprenda, una misa hecho en un hogar privado o al aire libre está completamente tan lícita y válida como una misa en una basílica consagrada con una reliquia en el altar. Por favor corregirme si me equivoco.
Que llega al punto: ¿Qué faltaría volver a la norma anciana de reunirnos en nuestros hogares para 'Partir el Pan'? Y, ¿qué faltaría si la misa fuera hecho por el dueno de la casa: el sacerdote, marido, padre de la familia? Supongo que la dificultad mayor sería, no de doctrina ni del Derecho Canónico, mas vencer la mentalidad bien afianzada del sacerdocio profesional.
Esta idea es radical. Tal vez futurista también. Que abran los ojos, pastores, y vean que, si los gobiernos ateos del mundo pueden cerrar sus iglesias por el virus, pueden también hacerlo por cualquier otro motivo. Así olviden su exención de los impuestos, cual exención se puede revocar sin aviso, y que les doma a ustedes y les acalla, como siervos sumisos del gobierno. Que aparten sus bienes raíces y sus cargas administrativas. Tal vez el gobierno puede confiscar pronto las propiedades iglesiales, así anticipen ustedes. Despachen el terreno y los edificios mientras pueden hacer algo bueno con las ganancias. Incluso si éste no fuera el futuro, los obispos católicos harían muy bien, serían más fieles a su vocación, como pobres peregrinos y estraños en el mundo hostil. La noción de sacerdotes domiciliarios y obispos peregrinos sin hogar es anciana y (tal vez) futurista también.
Una cosa por cierto: No habrían cierres de las iglesias si no hubieren edificios iglesiales para cerrar. De más importancia, volver al costumbre de la iglesia literalmente domiciliar (sólo la familia, más tal vez uno o dos otros hogares cerquitas que no tenga su propio sacerdote) también nos regresaríamos más cerca al sentido de la fiesta 'agape', un culto junto con familiares, con personas que les amamos personalmente. Además, desde este arreglo exigiría la fidelidad fuerte a la Verdad Cristiana, también puede llevarnos al mejor sentido de una armonía y fraternidad mundial. Mientras huimos adrede la amistad del mundo y sus riquezas temporales, al mismo tiempo nos acercamos a Cristo y el uno al otro. (cf.Sant.4:4)
¿Puede ser posible ésto? ¿Sería aconsejable? ¿Como servía esta idea, como se puede comenzar, y como se cumple? Pues, tal vez es solamente una fantasía de Jerry, un sueño imposible. Sin embargo, espero desarollar estes pensamientos en unos artículos siguientes.
0 comentarios:
